La Carretera Vieja del Sur: viaje al corazón de Tenerife. 4

Hay días que no tienen segundos ni minutos sino tubos que roban en nuestros pozos hectolitros de tiempo para regarnos las horas sembradas de guadañas. Hoy, enredados los dedos en los libros, se me olvidó escribir. Hundidos mis zapatos en la Carretera Vieja, colocados mis sures boca arriba, repleta de estrellas la garganta, invito a hablar a los poetas. Teja a teja, puerta a puerta y casa a casa voy escuchando sus voces.

En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el AZUL; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños!
¡Ah las tristezas íntimas!
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos,
las bocas inundadas de sonrisas,
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician! [1]

Y todo el mundo fue llave
sobre los hombros amargos.
AZOTEA de mi casa,
calle alegre de mi barrio,
si el viento por mí pregunta
decid que voy desterrado. [2]

Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo mismo he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, CUADRADA.[2]

 Tras los fuertes BARROTES la pantera
Repetirá el monótono camino
Que es (pero no lo sabe) su destino
De negra joya, aciaga y prisionera.
Son miles las que pasan y son miles
Las que vuelven, pero es una y eterna.[4]

Con carbón
hemos
trazado el ÁNGULO RECTO
el signo
Es la respuesta y la guía
el hecho
una respuesta
una elección. [5]

AZUL loco y VERDE loco
del lino en rama y en flor.
Mareando de oleadas
baila el lindo azuleador.

ROJO manso y rojo bravo
rosa y clavel reventón.
Cuando los verdes se rinden,
él salta como un campeón. [6]

Entonces no era el mundo ese pañuelo
tan sucio y tan pequeño.
Entonces era el mundo una NARANJA
de anaranjada luz que, deslumbrante,
giraba por el aire describiendo
elipses luminosas.
Una naranja enorme y achatada
por polos de novelas de aventuras…  [7]

¡Allá voy, allá voy, PIEDRAS, esperen!

Alguna vez o voz o tiempo
podemos estar juntos o ser juntos,
vivir, morir en ese gran silencio
de la dureza, madre del fulgor. [8]

Castillo sin torres, ni ALMENAS, ni puente,
Por cuyos salones, en vez de tu gente,
Reptiles arrastran su piel amarilla,
Dime: ¿qué se hicieron tus nobles señores,
Tus ricos tapices de sedas y flores;
Tu gente de guerra, tus cien trovadores
Que alzaron ufanos triunfante canción? [9]

DOS cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío. [10]

Para mí, una brizna de HIERBA no vale menos que la
tarea diurna de las estrellas. [11]

Dramática figura del que espera
un aleatorio amor en cada ESQUINA.
Blanco de las potencias enemigas;
de los perros que orinan,
de los dioses acuáticos
y del camión fecundo en tropelías.
Triste figura mía
que abjuraste de todo movimiento
esperando en la esquina
cosas como el amor, tardas, ambiguas. [12]

El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido GRIS.

Las ondas que mueven su vientre de plomo
debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un marinero pensando en las playas
de un vago, lejano, brumoso país. [13]


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_____________

[1] Rubén Darío. [2] Pedro García Cabrera. [3] Alfonsina Storni. [4] J. L. Borges [5] Le Corbusier. [6] Gabriela Mistral. [7] Rafael Azcona. [8] Pablo Neruda. [9] José Zorrilla. [10] Octavio Paz. [11] Walt Whitman. [12] Renato Leduc. [13] Rubén Darío.

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