La muerte de Enrique Sampedro en Güímar es más comentada que la elección del papa. El hombre tenía cumplidos los cien años, pero no aparentaba más de setenta. Cada mañana salía por su propio pie a comprobar el estado de sus fincas, siguiendo lo que dice aquel refrán: "el ojo del amo engorda el caballo". Sin embargo...