Un día, después de sufrir mucho, las naranjas llegaron a sus manos. La gran tragedia que azotaba a su país y a él mismo terminó por desaparecer. Yo también espero que dentro del huevo de 2022 haya muchas naranjas que colmen nuestras esperanzas.
La Carretera Vieja del Sur: viaje al corazón de Tenerife. 5
RETAZOS EN EL CAMINO No nos engañemos; todos los objetos que observamos son retazos, trozos de algo. Sin embargo, algunos parecen más trozos que otros, quizás porque somos capaces de imaginar con mayor claridad sus alrededores. Los objetivos de las cámaras, como los marcos de los cuadros, se prestan muy bien a trocear la realidad, a... Leer más →
La Carretera Vieja del Sur: viaje al corazón de Tenerife. 4
Hay días que no tienen segundos ni minutos sino tubos que roban en nuestros pozos hectolitros de tiempo para regarnos las horas sembradas de guadañas. Hoy, enredados los dedos en los libros, se me olvidó escribir. Hundidos mis zapatos en la Carretera Vieja, colocados mis sures boca arriba, repleta de estrellas la garganta, invito a hablar... Leer más →
No hagas naufragar a mi palabra
Un poema de Pedro García Cabrera a compaña a una foto de Manuel Mora Morales.
Varada en tu ventura
Tu color es el único que sabes.
Y hay para ti un idioma: el de la piedra.
Fuera de ti lo desconoces todo.
Te basta solamente lo que tienes.
¡Qué sencillez de mundo a la medida,
sin que la ausencia te desdoble y huya
con la mitad de ti por esos mares!
Todo, todo gravita tan pegado
a tu propio existir, que identificas
a tu presencia el universo entero,
isla de ayer, de hoy y de mañana,
razón de piedra en el amor anclada.
(Pedro García Cabrera)
Discurre la luz
Por el mar herido
¿ibas o venías?
Dejadle así. No palabréis
hasta que le ponga
epílogo
la libertad.
(Pedro García Cabrera)
Vallehermoso (Gomera), el rocambolesco arribo de su primer coche
El vehículo, trasbordado a una chalana, se logró depositar ileso en La Playa. A continuación, fue llevado hasta el pueblo, a una distancia de 3,5 km, a través de un barranco sembrado de grandes piedras que fueron salvadas a base de brazos y de ingenio. No es difícil imaginar la algarabía de quienes acompañaban tan extraña procesión.
Alguien me contó que este primer coche casi no...