La música urbana como vehículo para la educación

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Chris Emdin es un profesor norteamericano que trabaja en el Departamento de Matemáticas, Ciencia y Tecnología en el Teachers College de la Universidad de Columbia. Emdin es un crítico social, un intelectual reconocido y un defensor de la Ciencia. Es autor del libro «Urban Science Education for the Hip-Hop Generation».

Pasó parte de sus primeros años en África, donde aprendió a escribir y hablar varias lenguas. Muchas veces, interviene en las radios locales neoyorkinas para debatir sobre cómo mejorar la educación urbana.

Emdin participa en la Web Rapgenius (http://rapgenius.com/Jalib-thought-process-lyrics), con más de un millón de visitantes diarios, donde es posible encontrar algunas de sus colaboraciones.

El pensamiento y los consejos de Chris Emdin sobre la educación deberían conocerlos todos los profesores. Desde hace tiempo, tanto su compromiso con el alumnado hasta sus fórmulas para captar su interés me parece que poseen un gran atractivo.

Después de leer su magnífico artículo «5 Reasons Why You Should be Listening to International Hip-Hop», escrito tras una visita a Sudáfrica y publicado hace unos meses, me ha parecido interesante traducirlo, porque una buena parte de cuanto escribe respecto al hip-hop puede ser aplicado a otras músicas y a otros estilos de vida en los países de habla española.

Cinco razones por las que usted debe escuchar el hip-hop internacional

Hace unos años me invitaron a una universidad en Sudáfrica para pronunciar una conferencia sobre las formas de mejorar la educación, centrándonos en la cultura juvenil. Con mucho gusto acepté la invitación e, incluso, estaba excitado por la posibilidad de obtener una visión de la cultura sudafricana. Tan pronto llegué, me encontré con unos anfitriones muy corteses que insistían en mostrarme su ciudad. Durante la siguiente semana y media, pasé gran parte de mi tiempo acompañado por la ciudad de Johannesburgo por mis anfitriones, los cuales me mostraron lo que ellos consideran como «lo mejor de Sudáfrica».

Fui invitado a cenas increíbles en restaurantes de lujo, donde rostros negros, marrones y blancos estaban esparcidos alrededor de mesas perfectamente decoradas. La mayoría de los días los pasamos en el campus de la universidad o en los eventos programados por mis anfitriones. Dondequiera que iba todo parecía extrañamente perfecto, y me prendé de esa experiencia. En algún lugar, mientras era conducido desde mi hotel a varios eventos, me enamoré de una visión muy aséptica de Sudáfrica. En realidad, yo había aprendido a ver el país a través de los ojos de una personas ciegas de la realidad. Bebí de las manos de los privilegiados, y por desgracia, lo disfruté.

Después de mi discurso, decidí tomar un vuelo a Ciudad del Cabo, con el fin de disfrutar de un par de días de descanso antes de regresar a casa. Este corto viaje se convirtió en una de las experiencias más transformadoras de mi vida. Durante mi camino desde el aeropuerto hasta el hotel, le pedí al taxista que tomara la ruta más interesante. Me senté en la parte trasera de un viejo Mercedes, mientras me llevaba por las calles, donde fui testigo de la pobreza, en un minuto, y de la riqueza en el siguiente. La experiencia fue surrealista, e inmediatamente borró mis experiencias en Johannesburgo. Y quise ver más.

Una mañana, me decidí a visitar un centro comercial que me recomendó un joven que conocí en el mostrador de la recepción. Me coloqué una sudadera con capucha, unos vaqueros y un par de zapatillas de deporte clásicas, y me puse en marcha. Una vez allí, entré en una tienda de ropa, donde un joven me preguntó si yo era un artista de hip-hop. Le respondí diciéndole que era un profesor de la universidad y el muchacho (después de su risa inicial sobre lo que él pensaba que era una broma) me informó que era un rapero llamado Lyle Gambeno. Lyle era parte de un grupo de rap llamado la Liga de las Sombras, y quería oír hablar sobre el hip-hop en la ciudad de Nueva York.

En el espíritu de hip-hop, lo primero que le pedí fue «escupir» un verso (realizar una performance en el lugar). En respuesta, él improvisó durante al menos un minuto y medio, durante el cual lo resumió todo, desde las condiciones socioeconómicas de la población de África del Sur hasta sus experiencias en la escuela. Sin pensarlo, su actuación eufórica me llevó a rapear también, y nos pusimos en medio de un concurrido centro comercial a rapear durante una hora rodeados de público. Con el tiempo, me dijo que debía volver al trabajo, pero sugirió que nos encontrásemos más tarde, de noche, para que pudiera conocer al resto de su grupo.

Volví al centro comercial de noche, en un pequeño coche que había alquilado, me encontré con Gambeno y conocí a otro miembro de su grupo. Luego fuimos a un club subterráneo del hip-hop en el fondo de una gasolinera y vimos actuar a muchos artistas de talento. El nivel de habilidad de cada intérprete me impactó. Después, volvimos al coche, me puse un CD de instrumentales de rap e improvisé sobre nuestras vidas y sobre el amor por el hip-hop. En ese pequeño Daihatsu nos sentamos durante horas alimentándonos de esa expresión pura y desenfrenada de hip-hop que no había sentido en años. Al escuchar la letra de la Liga de las Sombras, obtuve una idea de una Sudáfrica que mis anfitriones en Johannesburgo no me podían proporcionar. En esas pocas horas, las versiones comercializadas de hip-hop que se infiltran en la radio de los Estados Unidos desaparecieron, y quedó al descubierto la opresión que en mi viaje a Johannesburgo se intentó ocultar con comidas de lujo y lujosos coches con chofer. El hip-hop me reveló la verdad.

Esa mañana, cuando volví a casa, me acordé de que el hip-hop en su forma más pura es realmente la voz de los marginados. Es una oportunidad para las personas que no tienen ninguna otra vía que su voz para reclamar algo. El hip-hop no se encuentra en las emisoras de radio, y seguramente no sólo en los Estados Unidos. El pip- hop se encuentra en algún lugar entre los raperos improvisadores que no se sienten aceptados por las condiciones socio-políticas de su país y en el Bronx en la década de 1970, cuando los jóvenes no eran aceptados en las escuelas, pero sí eran bienvenidos a las cárceles. El hip-hop es el pasaporte desde el actual Estado opresivo hacia un mundo donde todos somos importantes.

 Esa noche en Ciudad del Cabo, me recordó que gran parte del hip-hop contemporáneo en los Estados Unidos ha llegado a ser muy diferente de lo que estaba destinado a ser. Me recordó tan pronto las empresas se dieron cuenta de que las formas culturales de arte creadas a partir de hip-hop son comercializables, comenzaron a empaquetar y a mercantilizar esa cultura. Me acordé de que los medios de comunicación glorifican aspectos de hip-hop que muestran las piezas más negativas de la cultura y, por otra parte, artistas célebres que parecían ser la personificación de la violencia y la misoginia –más que los artistas reales del hip-hop, los cuales que rechazan estos mensajes– ​​continúan existiendo en las comunidades urbanas y en todo el mundo.

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A pesar de lo que se ha convertido en la cultura del hip-hop en los Estados Unidos, mi viaje a Sudáfrica volvió a despertar mi amor por la música y la cultura. Ese viaje me mostró que todavía existe la pureza del hip-hop. Ello me llevó a buscar más hip-hop internacional, y en esa búsqueda, he descubierto cinco razones por las cuales usted debe escuchar y buscar el hip-hop internacional.

1 ) La influencia de las empresas es limitada en gran parte del hip-hop global.

El hip-hop internacional a menudo nos proporciona el hip-hop en sus formas más auténticas. En los países donde los consorcios de medios de comunicación todavía no se han infiltrado en la cultura, los artistas se enorgullecen de existir sin la influencia o el apoyo de las corporaciones. Las formas de expresión de estos artistas se reflejan en la calidad de la música. En muchos casos, estos artistas dan una idea de lo que el hip-hop podría ser en Estados Unidos. Musicalmente, la música es similar a principios de 1970 y al hip-hop de los años 80, ya que reflejan una etapa no corporativa en la música del hip-hop americano. El hecho de que la cultura hip-hop en estos países sea tan incipiente en su desarrollo significa que aún se encuentra en la etapa adecuada para que el hip-hop se exprese en sus mejores formas.

2 ) El hip-hop internacional es un pasaporte para el mundo.

Lo más cerca que usted puede llegar a viajar por todo el mundo, cuando no tiene dinero en sus bolsillos, es escuchar el hip-hop que se crea en los diferentes países. Escuchar a artistas internacionales proporciona un conocimiento profundo de los matices de las diferentes culturas y de las experiencias de vida de los silenciados dentro de esos países. Con la música hip-hop puede guiar su viaje y perderse entre beats y rimas que llevan su mente a los lugares donde su cuerpo no puede.

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3 ) El hip-hop internacional muestra el poder y la influencia de la cultura hip-hop.

Al escuchar a los estadounidenses del hip-hop, es fácil dar por sentado el poder y la influencia de hip-hop. Sin embargo, el hip-hop internacional muestra el poder de sus orígenes, y reinventa el futuro de la música y la cultura. Al escuchar las muestras de hip-hop que eligen los artistas internacionales, las cadencias e inflexiones de voz que imitan y la forma en que se combinan estos fenómenos con su propia cultura, contemplamos el poder del hip-hop. Escuchando el hip-hop internacional se muestra su crecimiento de una forma que en la radio contemporánea no se puede advertir. En cuanto al hip-hop puro, observamos su potencial para influir en la cultura y no el potencial del capitalismo para influir en el hip-hop.

4 ) El hip-hop internacional despierta nuestra creatividad musical.

Escuchar el hip-hop internacional nos proporciona un gran estímulo para desarrollar el tipo de fusión musical que permite evolucionar y progresar a través del hip-hop. El punto en el que empezamos a buscar las influencias de aquellos que han sido silenciados (como la cultura hip-hop lo ha sido), en todo el mundo, es el mismo momento en el que desarrollamos conjuntamente una voz más fuerte y poderosa a través de nuestra música. Existe una clara evidencia del poder de la fusión en el hip-hop internacional, el cual toma prestados elementos del hip-hop estadounidense y, una vez se ha mezclado con la cultura local, crea algo nuevo. Este proceso puede y debe ser recíproco y engrandece al hip-hop

5 ) El hip-hop internacional es una droga.

Mi última razón para abogar por el hip-hop internacional es simple. La música es buena. El hip-hop nace de la historia, la metáfora, la analogía, el juego de palabras, el mensaje, la presentación y el contenido general. A veces, para encontrar lo mejor en todo esto, tiene usted que prolongarse más allá de su calle, y, definitivamente, más allá de la radio.

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