Dios mío, conviértenos en idiotas y otórganos la felicidad verdadera. Haznos creer en Barack Obama, en Domingo Strauss-Kahn, en Nicolás Sarkozy, en Hansel y Merkel, en Silvio Berlusconi, en monseñor Rouco Varela, en Hugo Chavez, en Mariano Rajoy o, al menos, en José Luis Zapatero y en Alfredo Pérez Rubalcaba.
La Ley, Strauss-Kahn y Jim Morrison
Las leyes, además de mostrar las ambiciones de los legisladores, nos ayudan a contabilizar los defectos humanos. Desde la segunda edición* de las famosas Tablas de la Ley, de Moisés, hasta los artículos que regulan los límites de velocidad en carretera podemos encontrar una buena muestra de ello. Ninguna ley prohibiría matar, si no hubiera... Continue Reading →