Hay días que no tienen segundos ni minutos sino tubos que roban en nuestros pozos hectolitros de tiempo para regarnos las horas sembradas de guadañas. Hoy, enredados los dedos en los libros, se me olvidó escribir. Hundidos mis zapatos en la Carretera Vieja, colocados mis sures boca arriba, repleta de estrellas la garganta, invito a hablar... Continue Reading →