Yo, mí, me, conmigo

Está de moda amarse a sí mismo, sin medida y sin límites. Todo amor hacia uno mismo es poco. Olvida las 16 toneladas de carbón, el pico y la pala. Deja todo a la salida de la mina y lávate la cara.

Cargas dieciséis toneladas, ¿qué obtienes?
Otro día más viejo y con una deuda más profunda.

Olvida todo eso.

Ahora debes encontrar minas de mascarillas, de vacunas, de torneos de fútbol o de lo que los sustituya. Enfócate. No busques El Dorado en la selva ni en la mina, sino en la enfermedad de tus vecinos o en los dólares de las dictaduras.

Súbete a un cargo público y descarga no 16 kilos, sino 16 toneladas de euroamor. 16 toneladas para tu querido body. Sixteen tons. Hasta el último gramo. 

Se terminó el despilfarro. El prójimo no existe. Te habían mentido: el prójimo eran los padres disfrazados de pobres.

Están de moda los pelotazos. Aquello de Fanta para todos ya no se usa. Ahora son mascarillas o goles para todos, sin importar que sean inadecuadas, falsas, marca PP o marca Psoe, siempre que lleven incorporados millones de euroamores.

Ama tu cuerpo como a ti mismo.

Ama tu cuenta corriente como a ti mismo.

Ama tu yate como a ti mismo.

Ama tus pisos en Madrid como a ti mismo.

Ama tus cuentas en Panamá como a ti mismo.

Ama tus cuentas en Suiza como a ti mismo.

Ama tus pisos en Marbella como a ti mismo.

Ama tu Maserati como a ti mismo.

.

La imagen corresponde a una foto duplicada de una pintada de Alberto León en la Calle del Castillo, Santa Cruz de Tenerife.

1 thoughts on “Yo, mí, me, conmigo

Add yours

Enriquece este artículo con un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com.

Up ↑

Descubre más desde Manuel Mora Morales

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo