Si la influencer japonesa entrara en mi casa, infartaría. En el improbable caso de que sobreviviese, su primera reacción sería desalojar los miles de libros que abarrotan y estrechan las paredes de la vivienda.
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Si la influencer japonesa entrara en mi casa, infartaría. En el improbable caso de que sobreviviese, su primera reacción sería desalojar los miles de libros que abarrotan y estrechan las paredes de la vivienda.