La recomendación de aquel profesor era que los alumnos tuvieran sensación de libertad en la clase. Pero no de una libertad cabal, sino de una falsa libertad, canalizada a través de una serie de actividades-trampa preparadas por cada profesor. Siguió hablando de otras opciones parecidas, cuyo común denominador era el engaño al alumnado para que hiciera sus elecciones y sus propuestas con la sensación de una libertad que, evidentemente, no existía. Uno de sus ejemplos era...