Una curiosa historia sobre el vino canario en China. Llegó allí de la mano de un boticario jesuita, gracias a una afortunada coincidencia.
El vino canario y el Emperador de China. SEGUNDA PARTE
Fue llamado el Hermano Rhodes; el cual, sin más remedio, que la confección de Alkermes (1) hizo cesar las palpitaciones; y para restaurar sus fuerzas decaídas, por lo que había padecido antes, le sirvió una porción de Vino de Canarias, de el que los Jesuitas recibían de Manila para sus Misas.