“Tengo miedo de caer, de mirarme en el espejo, pero a lo que más temo es al invierno de la memoria. Tengo terror de irme del mundo sin entenderlo.”
El batido mágico
Ese día visitamos la heladería que estaba junto al Cine Víctor, en Santa Cruz de Tenerife, nos sentamos en los taburetes de la barra y pedí un batido de vainilla. Yo, subido en aquel taburete que me permitía alcanzar la barra a duras penas, bebía con la pajita y tenía la seguridad de que el batido no bajaba ni un centímetro, por mucho que chupara. ¿Qué estaba sucediendo? Mi padre se...
Así actúa la memoria de nuestros viajes cuando vemos películas o leemos libros
Leer un libro o ver una película que tiene como escenario un lugar que ya hemos visitado proporciona una experiencia diferente. Es lo que se explica en este artículo sobre este fascinante aspecto de la memoria de los viajes.
Un teléfono con mil gigas de memoria ram
La Universidad Rice, de Huston (Texas), trabaja en un nuevo tipo de memoria, llamado RRAM (las actuales se denominan RAM), que convertirá los ordenadores de próxima generación en aparatos mucho más veloces que los actuales. La diferencia con otras investigaciones está en la utilización del óxido de silicio que implantará hasta 1 Terabyte de memoria en un espacio no mayor que un sello de correos. Se estima que los primeros celulares móviles con esta técnica estarán disponibles entes de cinco años, aunque los automóviles ya la utilizarán durante los próximos doce meses.
Adolfo Suárez: en busca de la memoria alterada
Resulta paradójico que a Suárez, uno de los principales protagonistas de la Transición y depositario fundamental de su memoria, se le extraviasen sus propios recuerdos y se viera obligado a vivir largo tiempo en esa zona gris del olvido, como si se tratara de un personaje ideado por Samuel Beckett para representar sobre un escenario la fragilidad de lo transitorio. Como si buscando el Paraíso hubiera subido a la cima de la montaña del Purgatorio de Dante para beber las aguas del río Leteo que provocan el olvido. Quién sabe si igual que en el poema de Allen Ginsberg se bajó en una orilla llena de humo y se quedó allí mirando cómo la barca se perdía en las oscuras aguas del Leteo. ¡Quién sabe!
La pasión como pretérito idefinido
Desde mi más tierna infancia, no me ha interesado nada pretérito que no ejerza una clara influencia en el presente o en el futuro. Ni el futuro que no influya en el presente o en el pasado. Tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo en futilidades cuando un hecho histórico no repercute fuera de su arco temporal. Incluyo en ello mi historia personal y las películas y libros, mejores o peores, que tanto me entusiasmaron cuando los estaba creando. Se borran de mi mente como si nunca hubieran existido.