El tango: entre la procacidad y el puritanismo (II)

Tal vez más que cualquier otro género de canción, el tango precisa ser vivido para dejarse escribir correctamente. Vivirlo supone bailarlo y amarlo. Estoy convencido de que cualquier letrista de tangos los ha de cantar y bailar con frecuencia para imbuirse de su ritmo de solemnidades absurdas y dejarlo correr por sus letras de sedas y puñales.

Demostración en vivo sobre cómo cantar y comer chicle al mismo tiempo

Al principio, pensé que se trataba de una desincronización entre video y audio, pero al mirar con más detenimiento me di cuenta de que cuando terminaba cada intervención el cantante masticaba y masticaba y masticaba… Hasta que caí en la cuenta de aquel tipo estaba comiendo chicle mientras cantaba como si fuera la cosa más natural del mundo.

Powered by WordPress.com.

Up ↑