SEGUNDA ENTREGA DE LA SERIE «EMIGRADOS» ¿Por qué los canarios empedraban los caminos argentinos, a principios del siglo XIX?, ¿qué edad entraron en Buenos Aires estos emigrantes?, ¿llegaron a gozar de una buena posición económica?, […]

SEGUNDA ENTREGA DE LA SERIE «EMIGRADOS» ¿Por qué los canarios empedraban los caminos argentinos, a principios del siglo XIX?, ¿qué edad entraron en Buenos Aires estos emigrantes?, ¿llegaron a gozar de una buena posición económica?, […]
) La nueva serie EMIGRADOS presenta –con un formato nuevo, casi experimental– las más extraordinarias historia de la emigración. A través de las entrevistas realizadas alrededor del mundo, EMIGRADOS pretende mostrar memorias y vivencias de […]
Vídeo con una entrevista a Jorge Ochoa de Eguileor en el histórico «Hotel de Inmigrantes» de Buenos Aires, con interesantísimas declaraciones sobre los inmigrantes canarios.
Mujeres con el cabello suelto, desgreñado, largo, flameando al aire de la noche como banderas sombrías. Brujas que vociferan, chillan, berrean y dan palmadas, avanzando con saltos de geometrías inverosímiles. En algún lugar, comienza a sonar un tambor. Un ruido sordo y lento que va hinchándose y apagando los otros sonidos, adueñándose del gran círculo donde ni la hierba crece, extendiéndose sobre el suelo húmedo de rocío y subiendo por las piernas de las mujeres que han formado un círculo fluctuante.
Al principio, los tangos se bailaban entre hombres y, al pasar a los burdeles, se incorporaron las mujeres. Alcanzaron su apogeo entre los años 1920 y 1940. Sus textos van del más rancio puritanismo al lenguaje más procaz. Por ejemplo, se canta al órgano sexual masculino –tango «El clavo»–, al orgasmo de la mujer –»El fierrazo»– y hasta a cierta desgana por levantarse de la cama –»Déjala morir dentro»–.
He compuesto esta pequeña lista que muestra, bien de manera expresa o bien a cencerros tapados, los más fervientes deseos de Quevedo para sus vecinos en el otro mundo.
Últimamente, tengo la impresión de que mucha gente –entre la que desgraciadamente no me incluyo– oye voces más o menos misteriosas. Hace pocos días, en cierta Feria del Libro, un escritor contaba que el protagonista […]
Fui al cine. Craso error, porque salí decepcionado de la sala, cuando había esperado disfrutar de una excelente obra cinematográfica. Sin embargo, por lo que he visto, oído y leído, no parece sino que yo […]