Me gustan los libros: leerlos, tocarlos, viajar con ellos, sentirlos cerca al despertar, escribirlos,... Muchas páginas de este blog hablan de libros y de sus circunstancias. Nací en las Islas Canarias y continúo viviendo en ellas. En este post se encuentra una muestra de mi trabajo.
¿Los medios electrónicos amodorran a los niños?
Me pregunto si en las aulas se estará teniendo en cuenta lo que me permito denominar el "Síndrome de la Modorra", como respuesta espontánea de los alumnos a la utilización indiscriminada de las multimedias. Hablo del uso "didáctico" y "normalizado" de pizarras digitales, proyectores de vídeo y ordenadores, sin observar diariamente las reacciones del alumnado para motivarlo a rebelarse frente al amodorramiento físico e intelectual que se puede producir con suma facilidad.
Esto no es una Luna
Es probable que usted o yo hayamos alcanzado ese nivel jerárquico para el que somos incompetentes. Llegados a ese punto, posiblemente comencemos a confundir la luna con el dedo que la señala –el "esto es una pipa", de Magritte, o la comparación kantiana de lo bello con lo agradable–, que se nos ocurra enrocarnos en la imagen que nos hemos formado sobre lo que hacemos o que tratemos de especializarnos en cuestiones marginales que nos permiten no caer en la depresión al comprender nuestra incompetencia.
De cualquier manera, no es esto lo más catastrófico que nos puede suceder. No hay que alarmarse demasiado, porque siempre se puede salir del atolladero. En realidad, hay comportamientos más lamentables e irreversibles, como el alentar el enfrentamiento entre los subordinados de manera ladina, empujarles hacia posiciones marginales o de riesgo laboral, hacerles dar pasos en falso, etc.
En todo caso, nunca viene mal hacer, de vez en cuando, una revisión de nuestras respectivas posiciones jerárquicas, de nuestras competencias y, sobre todo, de nuestras incompetencias.
Razones para escuchar hip-hop, según Chris Emdin, profesor de Ciencias de la Educación
Lo más cerca que usted puede llegar a viajar por todo el mundo, cuando no tiene dinero en sus bolsillos, es escuchar el hip-hop que se crea en los diferentes países. Escuchar a artistas internacionales proporciona un conocimiento profundo de los matices de las diferentes culturas y de las experiencias de vida de los silenciados dentro de esos países. Con la música hip-hop puede guiar su viaje y perderse entre beats y rimas que llevan su mente a los lugares donde su cuerpo no puede.