He aquí algo canario en una película donde no debería estar. Sin embargo, si observan estos fotogramas, verán claramente a qué me refiero. Extraño, ¿verdad? Yo tampoco sé por qué me encuentro con tanta frecuencia elementos de las Islas Canarias en muchas películas famosas, porque no creo que las islas sean tan exóticas ni tan especiales. Tal vez se deba sólo a la casualidad o, quién sabe, si es porque el apego a estos pedruscos atlánticos se me ha convertido en una serie de prototipos platónicos que identifican en cualquier lugar todas las imágenes y sonidos que se le parecen.
LA CREACIÓN DE LOS HÉROES Y SUPERHÉROES EN LA LITERATURA, EL CÓMIC Y EL CINE. Segunda parte
Los métodos iterativos son redundantes: cuando uno conoce un episodio de la serie, los conoce todos. La repetición de los viejos esquemas establecidos, el runruneo monótono de la moralidad hipócrita y la reiteración de lugares comunes se vende como literatura de evasión que invita al placer cómodo.
LA CREACIÓN DE LOS HÉROES Y SUPERHÉROES EN LA LITERATURA, EL CÓMIC Y EL CINE. Primera parte
Después apareció Tarzán, héroe semidesnudo –un clónico del buen salvaje de Rousseau, de Robinson Crusoe, de un domador de circo y de un policía municipal de la jungla–. De liana en liana, un inglés que había sido criado por los monos, sobrevivía en la selva, imponiendo el orden con alaridos y puñetazos. Eso sí, sin mezclarse más de lo conveniente con sus vecinos negros. En una época en que la xenofobia era el pan de cada día, Tarzán triunfó en la novela de Burroughs, en los cómics de Hogsrth y en las películas protagonizadas por Weissmuller, pudiendo inscribirse con todos los honores entre los superhéroes que se verán más adelante.