Hay quien se bebe el vino en misa; algunos se encierran en sus bodegas, a cal y canto, para degustarlo en secreto; otros van a restaurantes, con visas oro del gobierno, a soplarse las botellas de 300 euros y yo, de tarde en tarde, acudo a beber una cuartita en un guachinche, abrazado a la... Leer más →