Corrida de toros en Canarias: cuando el público se encarniza

"Pero, apenas fue herido el último toro, todos los espectadores de las gradas inferiores saltaron a la arena para ensañarse con golpes e insultos con la pobre bestia agonizante. Ante tales excesos de brutalidad y la furia salvaje de esa gente ebria de carnicería, lamentamos haber compartido las emociones de un público que aplaude al ver la sangre, el dolor y la muerte."

Crónica negra de una corrida de toros en Tenerife, en el año 1906

El episodio de la mujer torera, subida sobre una peana en el centro de la plaza, provocando al toro es tal vez lo que más sorprende, junto al destripamiento de los caballos y la conducta encarnizada de los espectadores con el toro muerto. De cualquier manera, no debe ocultarse la historia de ningún pueblo, sino sacarla a la luz para aprender de ella y no repetir los mismos errores.

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