Después de leer el libro “La coalición frente a la pandemia. Crónica política del año que cambió la historia”, de los periodistas José Enrique Monrosi y María Llapart, aún cuando su título es algo exagerado, debo decir que lo encontré ameno e interesante.
Describe las idas y venidas dentro del gobierno actual, desde los primeros pasos para su formación a finales de diciembre hasta el 16 de julio, día en que se realizó el homenaje institucional a las víctimas del covid-19. Lógicamente, cuanto ha sucedido con posterioridad aún está por contar.

Podemos en las tareas de gobierno ponen de manifiesto el peso de Pedro Sánchez frente a las vicepresidentas Calvo y Calviño –a quienes no les gusta ni un pelo sus socias de gobierno– y, en menor medida, al ministro Escrivá, responsables de las pequeñas crisis entre ministros de ambos partidos. Los escasos desencuentros han existido, siempre según esta obra, más debido a celos derivados de las competencias ministeriales que a diferencias de criterios, que también.
Por ejemplo, la ministra Yolanda Díaz tuvo que ser auxiliada y reforzada por el presidente del gobierno ante los ataques furibundos de la vicepresidenta Nadia Calviño que llegó, incluso, a avergonzarla en público cuando se presentó el acuerdo entre la patronal y los sindicatos. Calviño fue incapaz de soportar el protagonismo de su compañera de gobierno y, aún menos, que la patronal la elogiase.
Por otra parte, sorprende el papel del ministro Ávalos como elemento de cohesión entre los partidos de gobierno, habida cuenta de las constantes críticas hacia Podemos en la etapa electoral. Tal vez, y esto no está en el libro, esa sea la razón principal de que la vicepresidenta Calvo lo esté dejando en la sombra durante los últimos meses.
La obra se centra, fundamentalmente, en la actuación gubernamental durante el desarrollo de la primera etapa de la pandemia, en los meses que van de marzo a junio de 2020. Se narran en detalle las reuniones y las llamadas telefónicas de los miembros del gobierno más activos respecto al covid-19: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Carmen Calvo, María Jesús Montero y José Luis Escrivá.
La defensa a ultranza de la actividad empresarial por parte de Calviño es, tal vez, lo que más impresiona del libro, puesto que se trata de un elemento que influye en Sánchez para retardar las medidas legales más duras del confinamiento. Tanto fue así que el presidente se vio obligado a abroncar a la ministra ante sus compañeros, tanto por su oposición al cierre temporal de empresas como por su renuencia a aceptar al incremento del gasto público para atenuar los efectos negativos de la pandemia. Se puede leer:
“Buen ejemplo de ello es el enfrentamiento que tienen a cuenta de ese escudo social la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. Ocurre en una de las reuniones telemáticas de la comisión delegada de asuntos económicos.
—Es el momento de gastar lo que haga falta para impulsar y sostener la economía, porque además el Banco Central Europeo está ahí, apoyando estas medidas—defiende Escrivá.
—Sí, claro. Y luego pasa lo que pasa. Que vienen los hombres de negro con las tijeras y nos echamos a temblar—le responde Calviño.
—Nadia, yo he sido un hombre de negro. ¿Qué me estás contando? Te digo que esta vez los tiros no van por ahí. No estamos en 2010.”
Mi impresión es que el libro de Llapart y Monrosi está bien documentado con abundantes entrevistas y que sus autores han llenado con moderación las inevitables lagunas existentes, utilizando de manera adecuada su experiencia como cronistas del Congreso.
Creo imprescindible su lectura para tener una idea aproximada de lo sucedido detrás del telón durante el terrible período atravesado y que, por desgracia, parece repetirse ahora.
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