Hace unos días, visité una gran exposición dedicada a África que no sólo me fascinó, sino que me hizo revivir otras etapas de mi vida. Entre ellas, mi primer encuentro en los años de la adolescencia con la palabra tótem (en un libro del Viejo Profesor que marcó buena parte de mi pensamiento posterior) y que ya jamás pude separar del término tabú.
Por increíble que parezca, durante casi dos horas yo fui el único visitante de esta muestra, lo que me permitió detenerme y regodearme en cada pieza, volver sobre mis pasos cuando me apetecía y hasta dejarme poseer por el espíritu del África subsahariana que parecía impregnar las mácaras e iconos que saturaban aquellas salas.
No pude resistirme a tomar algunas fotos con el teléfono móvil. No son de una gran calidad, pero creo que pueden dar una idea del contenido de esta exposición que animo a visitar cuando se tenga la menor oportunidad.
•…grandioso… cada detalle gracias por compartir este contenido de tanto valor. Saludos!•
«Tótem», precioso término. Un saludo.