Es la primera romería del año en Tenerife. Dicen que es una de las mejores. Éstas son algunas fotos de la romería celebrada el 5 de mayo de 2019.
Llenos de vino, papas y carne, los barcos navegan en las calles de Tegueste sobre el mar de música que una multitud va creando con guitarras, timples, flautas, violines, acordeones y tambores.
Para los asistentes a la Romería, lo de menos es el santo: poca gente entra en la iglesia. Lo de más es el jolgorio, la parranda, las bromas, las risas y los bailes. También las vacas y los bueyes de enormes cuernos que tiran de las carretas con forma de barco; o por carrozas que representan cafeteras, pilas de lavar ropa y una multitud de objetos relacionados con el campo.
Los laterales de las carretas van decorados con estupendas representaciones de las labores campesinas, especialmente las desarrolladas por las mujeres. En cuanto a las banderas, mejor no hablar, porque unas y otras son utilizadas subrepticiamente como signos ideológicos que deberían estar desterrados de estos eventos tan pegados al campesinado; pero es el signo de los tiempos –de éstos y de los anteriores– y habrá que soportarlas.
Por mi parte, voy muy temprano para ver la preparación de la romería: engalanamiento de los “barcos”, los campesinos llegan con sus yuntas de bueyes, gente de protección civil se reparte por el vecindario, una señora muy mayor viene en taxi desde La Laguna a ver si encuentra con quien charlar (y encuentra), muchos niños y niñas llegan de la mano de sus padres, los ventorrillos preparan comidas campesinas y garrafones de vino, un helicóptero da vueltas y genera ruidos como una moto con escape libre, trabajadores de televisión montan grúas y cámaras, los vendedores callejeros ofrecen lotería, quinielas, silbatos imitadores de pajaritos, conchas del santo, sombreros, gorras,…
En el barranco lleno de vegetación intrincada, a un lado del pueblo, los pájaros canarios y los capirotes tienen su propia fiesta y un especial concierto de maravillosos trinos que me permite escapar por unos minutos del bullicio.




























































Algunas muy originales, otras muy curiosas, unos primeros planos magníficos. Una colección sensacional.