
UNA MUERTE
Hoy ha muerto Rafael Sánchez Ferlosio, el autor de «El Jarama», novela sobre la Guerra Civil española que se hizo famosa en todo el mundo, tras su publicación en 1955.
A Ferlosio no le gustaba su novela. Se convirtió en su peor crítico y hablaba tales barbaridades sobre ella que me sentiría un miserable si las reprodujera aquí, precisamente, el día de su fallecimiento.
Me gusta la obra de Sánchez Ferlosio y me gusta su humildad literaria (aunque se pasara tres pueblos con ella), tan diferente de otros, como José Luis San Pedro, a quien, pavoneándose como un gallo en su corral, le oí decir en una universidad de verano que él era el prototipo de hombre renacentista.
Todos nos morimos, ya se sabe, pero hay muertes que nos afectan especialmente. A mí la ausencia de Rafael Sánchez Ferlosio me deja un considerable agujero en alguna parte de mis memorias más íntimas.

EL ÚNICO OYENTE
Un buen amigo, que era realizador en la emisora “Radio 5 Todo Noticias” de RNE, me dijo durante años que estaba esperando el cierre inminente de esta emisora. Cuando yo le contestaba que a mí me gustaba ese formato de radio, él me miraba con cara de escepticismo y respondía:
–¡Pues tú debes ser el único oyente que tiene esta emisora!
Han pasado los años, Radio 5 cumple hoy 25 abriles y continúa con el mismo formato de 1994. Es verdad que ya no la escucho tan asiduamente como antes, pero estoy seguro de que todavía hay miles de personas a quienes encanta su especial radiofórmula caótica de noticias y breves informaciones de todo tipo. Felicidades.

LA CELEBRACIÓN DEL ODIO
El día 1 de abril de 1939 terminó oficialmente la Guerra Civil Española y comenzaba un período durante el que miles de personas fueron asesinadas por los fascistas, arrojadas al mar en fardos, amontonadas en fosas comunes o enterradas al borde de las carreteras por orden del general Francisco Franco.
Quizás para amenizar esas ruindades, el Ministro Secretario General del Movimiento de aquella terrible dictadura proclamó el primero de abril como Día de la Canción para el llamado Frente de Juventudes que enseñaba a aquellos jóvenes fascistas a odiar los cadáveres de sus conciudadanos demócratas.
Un personaje que apoyó con entusiasmo esta iniciativa fue el compositor Joaquín Turina, gran admirador tanto de José Antonio Primo de Rivera como de Francisco Franco. Taurina ejerció de Comisario de Música durante los años más duros de la represión.
Desdichas.

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