Ucrania, a la sombra de la inmoralidad internacional

uc10

Se representa en Crimea la tragedia política más descaradamente inmoral de los últimos tiempos. Y no digo la más inmoral, a secas, porque lo sucedido en Irak y Afganistán es difícilmente superable, en lo que a inmoralidad se refiere: cientos de miles de muertes que sólo han servido: a) para sembrar el caos en ambos países y b) para que los estados agresores hayan perdido a miles de jóvenes muertos en combate. Casualmente, ninguno de esos jóvenes se apellidaba Bush, Blair, Aznar o Zapatero.

Si se trata justificar los apoyos a los neoazis con la disculpa de eliminar la corrupción gubernamental ucraniana, igualmente se podría disculpar la financiación de una revuelta fascista contra los gobiernos de España, Grecia o Italia. A la vista están los traumáticos resultados de apoyar a los extremistas religiosos contra los gobiernos de Egipto, Libia,…

En el caso de Ucrania, promover una revolución neonazi contra un gobierno democrático no es de recibo y, mucho menos, si la motivación es alejar al país de la órbita comercial rusa para atraerlo a la alemana. No es un delito buscar clientes a quienes venderle tu mercancía, pero sí lo es cuando se provocan muertes y se quebranta el funcionamiento democrático para lograrlo.

La culpa del asunto de Crimea no la tienen Rusia, ni Ucrania ni la propia Crimea, sino quienes han financiado y potenciado las revueltas artificiales de Kiev, provocando al gobierno para que desencadenara una represión que terminó por escaparse de sus manos, tal como había sido programado desde otros países.

Esto sólo puede calificarse como el colmo de la inmoralidad, incluso, si no se tuviera en cuenta que los grupos usados para llevar a cabo las acciones eran organizaciones nazis que fueron fortalecidas con el único propósito de finiquitar las instituciones democráticas. Algo realmente lamentable.

No hay mucho más que decir, excepto algo que conocemos de antemano: a partir de estos hechos, todo cuanto sobrevenga será achacado a causas ajenas a las que realmente provocaron la desestabilización de una zona. Los medios de comunicación mentirán sin descanso hasta que la opinión pública europea se convenza de la bondad de las revueltas neonazis y de la maldad de las derrocadas instituciones ucranianas, cuya cualidad democrática ya jamás será mencionada. Sabemos de sobra que una mentira repetida un millón de veces por los medios de comunicación termina por convertirse en una verdad aceptada por la mayoría de los ciudadanos.

POR OTRO LADO…

¿Vale para algo expresar estos asuntos en un blog de Internet o es una completa pérdida de tiempo y una inutilidad?

Por lo pronto, el sólo hecho de ejercer la crítica por escrito y en público nos ayuda a pensar detenidamente sobre lo que sucede en el mundo; algo que gusta poco a quienes detentan el poder económico y político que prefieren las mentes domesticadas y poco activas.

En segundo lugar, cuando leemos blogs escritos por personas independientes, cuya economía no depende de las opiniones que expresen, sabemos que con frecuencia estamos ante opiniones honradas, sean equivocadas o certeras, sean de nuestro gusto o no. Lo  cual es de una importancia capital para crear una red de pensamiento no encadenada a los intereses de grandes corporaciones –financieras, industriales o políticas– que tienden a manipular a su favor las corrientes de pensamiento.

Escribamos en blogs, en Facebook, en Twitter y en todos los medios que estén a nuestro alcance. Plasmemos sin rubor nuestra oposición y nuestro acuerdo sobre cualquier asunto, mientras tengamos opción de hacerlo. Ejerzamos nuestro derecho democrático a opinar y a equivocarnos. La verdad no está en ninguna cabeza privilegiada, la verdad la construimos entre todos. No permitamos que la verdad se construya con los millones de mentiras fabricadas por unos pocos.

Enriquece este artículo con un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com.

Up ↑

Descubre más desde Manuel Mora Morales

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo