Los ojos, las hormigas, Hitchcock y Dalí

Versión completa en español de Spellbound (1945), de Alfred Hitchcock. Ver ficha técnica [1]

El periodista y cineasta francés François Truffaut escribió el libro Le Cinema selon Hitchcock (Ed. R. Laffont, Paris, 1966), que contiene una serie de entrevistas con Alfred Hitchcock.  Ambos directores pasaron minuciosa revista a la cinematografía del inglés y constituye una obra indispensable para quienes desean aproximarse a la trastienda de  Hitchcock.

Aprovechando que hace poco tiempo se subió a YouTube la versión completa en lengua española de la película Spellbound (título traducido en España como Recuerda y en México (para Latinoamérica), como Cuéntame tu vida), he pensado que no estaría mal traer a esta página la opinión que el propio Hitchcock tenía sobre su obra y las revelaciones que le hizo a Truffaut respecto a la intervención de Dalí en una de las más famosas escenas del film.

Antes de leer esas interesantes declaraciones, convendría tener en cuenta que la intervención de Salvador Dalí en Spellbound tiene algunos antecedentes e, incluso, ciertas consecuencias posteriores que son, al menos, curiosas.

En el plano daliniano de la película Spellbound, cuando el protagonista corta las cortinas llenas de ojos (01:19:10), es imposible no recordar ese otro plano (01:30) de  Un perro andaluz  (1929), de Luis Buñuel, en que una navaja de afeitar rebana el ojo de una mujer. La película española había sido rodada dieciséis años antes que la americana y, probablemente, desconocida por Alfred Hitchcock, a pesar haberse dicho que éste la incluyó en su película como un homenaje a Buñuel. En las declaraciones a Truffaut, deja bien claro que el guión de esta escena se debió a Salvador Dalí.

En cuanto a la parte de la intervención de Dalí que se quedó fuera de la película, por cuestiones de presupuesto, el director británico habla de hormigas saliendo del cuerpo agrietado de Ingrid Bergman. También encontramos antecedentes en la película Un perro andaluz, en la que Buñuel y Dalí introducen las hormigas en una secuencia (minuto 4:40): los insectos pululan en torno a un agujero en la palma de la mano del personaje, el cual las contempla fascinado.

Sin embargo, esa escena que no pudo entrar en la película  Spellbound, Dalí la aprovechó para introducirla en una producción de dibujos animados, titulada Destino, producida el año siguiente (1946) por Walt Disney. En el minuto 4:00, un colibrí pica en la mano de una estatua y abre un agujero por el que sale una hormiga que se convierte en un hombre subido en una bicicleta, al que seguirán muchos otros.

DALI_Vida secreta-Reloj con hormigas-1939
Sin título (1939), de Dalí.

Las hormigas siempre fueron una obsesión de Dalí que en su obra Vida secreta de Salvador Dalí (1942) cuenta cómo, en su infancia, descubrió que el murciélago que guardaba en un bote era devorado por hormigas y el fuerte impacto que ello le causó. Sobre las hormigas y Dalí hay un interesante estudio, realizado por José María Gómez Durán, al que puede acceder desde este enlace.

ENTREVISTA DE FRANÇOIS TRUFFAUT A ALFRED HITCHCOCK

FRANÇOIS TRUFFAUT: Estamos en 1944, y ha regresado usted a Hollywood para rodar  Spellbound (Recuerda); entre los guionistas de esta película, veo el nombre de Angus Mac Phail, un inglés que le había ayudado escribiendo el guión de Bon Voyage.

ALFRED HITCHCOCK: Angus Mac Phail era jefe del servicio de guiones de la Gaumont British y uno de esos jóvenes intelectuales que fueron los primeros en interesarse por el cine. Le conocí en la época de The Lodger y trabajó en la Gaumont-British en la misma época que yo. Después de Sabotage, no le volví a ver hasta el momento de rodar esos films franceses en Londres y empecé a trabajar en el primer tratamiento de  Spellbound con él. Pero nuestro trabajo era demasiado desordenado. Cuando regresé a Hollywood, Ben Hecht fue reclutado y fue una elección apropiada porque le interesaba mucho el psicoanálisis.

F.T. En el libro que le consagraron Eric Rohmer y Claude

Chabrol dicen que la primera idea que usted tuvo a propósito de  Spellbound era hacer un film mucho más delirante; por ejemplo, el director de la clínica debía tener en la planta del pie la cruz de Cristo para pisarla a cada paso que daba, se trataba de un tipo que celebraba misas negras, etc.

A.H. Eso pertenecía a la novela La casa del Dr. Edwardes, una novela melodramática y completamente loca que contaba la historia de un loco que se apodera de una casa de locos. ¡En la novela, incluso los enfermeros estaban locos y hacían toda clase de cosas! Mi intención era más razonable, y yo quería únicamente rodar el primer film de psicoanálisis. Trabajé con Ben Hecht, que consultaba frecuentemente a psicoanalistas célebres.

Cuando llegamos a las secuencias oníricas mi intención era romper totalmente con la tradición de los sueños en el cine, que son casi siempre brumosos y confusos, con la pantalla que tiembla, etc. Pedí a Selznick que se asegurara la colaboración de Salvador Dalí. Selznick aceptó pero estoy seguro de que pensó que yo quería que trabajara Dalí por la publicidad que nos haría. La única razón, sin embargo, era mi voluntad de conseguir sueños muy visuales con rasgos agudos y claros, precisamente en una imagen más clara que la del film. Quería la colaboración de Dalí debido al aspecto agudo de su arquitectura –Chirico es muy parecida–, las largas sombras, el infinito de las distancias, las líneas que convergen en la perspectiva… los rostros sin forma…

Naturalmente, Dalí inventó cosas bastante extrañas que no fue posible realizar ¡Una estatua se resquebraja y unas hormigas escapan de las grietas y se arrastran por la estatua y, luego, vemos a Ingrid Bergman cubierta de hormigas!

Yo estaba inquieto porque la producción no quería hacer ciertos gastos. Me hubiera gustado rodar los sueños de Dalí en exteriores para que todo estuviera inundado de sol y se hiciera terriblemente agudo, pero me rechazaron esta pretensión y tuve que rodar el sueño en estudio.

F.T. En definitiva, no tiene más que un sueño dividido en cuatro fragmentos. He vuelto a ver últimamente  Spellbound y debo confesarle que no me gustó mucho el guión.

A.H. Se trata, una vez más, de una historia de caza del hombre, sólo que aquí envuelta en pseudopsicoanálisis.

F.T. Para mí es evidente que muchos de sus films, como Notorious o Vértigo, parecen auténticamente sueños filmados. Por consiguiente, ante el anuncio de una película de Hitchcock que aborda el psicoanálisis… uno espera encontrarse ante algo completamente loco, delirante, y, finalmente, es uno de sus films más razonables, con muchos diálogos… En suma, lo que yo reprochada a  Spellbound es que le falta un poco de fantasía en relación con sus otras obras… A. H. Probablemente, porque se trataba de psicoanálisis tuviéramos miedo de la irrealidad y tratamos de ser lógicos al narrar la aventura de este hombre.

F.T. Sin duda. Contiene, sin embargo, cosas muy hermosas; por ejemplo, el beso seguido de las siete puertas que se abren y el primer encuentro entre Gregory Peck e Ingrid Bergman; se trata evidentemente de un flechazo, ella se enamora de él desde la primera mirada…

A.H. … Desgraciadamente, en ese preciso momento, los

violines empiezan a sonar, ¡y es espantoso!

F.T. Me gusta igualmente la serie de planos que siguen a la detención de Gregory Peck, las imágenes de rejas y varios primeros planos de Ingrid Bergman antes de que, bruscamente, se eche a llorar. Por el contrario, todo el episodio en que van a buscar refugio a casa del viejo profesor no interesa mucho… ¿Le sorprende que le diga que la película es decepcionante?

A.H. No, no, estoy de acuerdo, creo que todo es demasiado complicado y que las explicaciones del final son excesivamente confusas.

F.T. Hay también otro inconveniente que afecta igualmente a The Paradine Case (El proceso Paradine), y es Gregory Peck. Ingrid Bergman es una actriz extraordinaria y perfecta para trabajar con usted, pero Gregory Peck no es realmente un actor hitchcockiano, es hueco y, sobre todo, no posee ninguna mirada. Sea como sea, prefiero El proceso Paradine a  Spellbound,¿y usted?

A.H. No lo sé. En The Paradine Case se podrían enumerar una buena cantidad de errores… [2]

Dali2
Las hormigas (1936), de Dalí.

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 NOTAS

 [1] FICHA TÉCNICA

Spellbound (1945)

PRODUCCIÓN: Selznick lnternational, 1945. PRODUCTOR: Selznick  y Fred Ahern. DIRECTOR: Alfred Hitchcock. GUIÓN: Hetch, según la novela de Francis Beeding (seudónimo de Hilary George Saunders y John Palmer), «The House of Dr. Edwardes». ADAPTACIÓN: Angus McPhail. FOTOGRAFÍA: George Barnes, A.S.C. y Jack Warren. EFECTOS ESPECIALES: Jack Cosgrove, DECORADOS: James Basevi y John Ewing. SECUENCIA DEL SUEÑO:  Salvador Dalí. VESTUARIO:  Howard Greer. MúSICA: Miklos Rozsa. MONTAJE: William Ziegler y Hal C. Kern. SONIDO: Richard De Weese. CONSEJERO PSIQUIÁTRICO: May E. Romm. ESTUDIOS: Selznick International. DISTRIBUCIÓN: United Artists, 1945, 111 minutos. INTÉRPRETES: lngrid Bergman (doctor Constance Petersen), Gregory Peck (John Ballantine), Jean Acker (la directora), Rondha Fleming (Mary Carmkhel), Donald Curti (Harry), John Emery (doctor Fleurot), Leo G. CarroU (doctor Murchison), Norman Lloyd (Garme.s), Steven Geray, Paul Harvey, Erskine Sandford, Janet Scott, Victor Killian, Bill Goodwin, Art Baker, Wallace Ford, Regis Thoomey, Teddy Infuhr, Addison Richards, Dave Willock, George Meader, Matt More, Harry Brown, Clarence Straight, Joel Davis, Edward Fielding, Richard Bartell, Michael Chekhov.

[2] François Truffaut: El cine según Hitchcock. Alianza Editorial. Madrid, 1974.

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