TERCERA PARTE. La increíble historia de 300 canarios en la República Dominicana del dictador Trujillo

El barco España fue auxiliado por los puertorriqueños en el Canal de la Mona, un brazo de mar que separa Puerto Rico de la República Dominicana.

VER ARTÍCULOS ANTERIORES:

Primera parte

Segunda parte

Tan pronto zarpó el vapor España del puerto de Santa Cruz de Tenerife, con rumbo a la República Domincana, apareciern ciertos signos desesperan­zadores que desmentían todo cuanto las autoridades españolas habían prometido a los jóvenes emigrantes.

Unos días más tarde, en plena navegación, las calderas de vapor del barco España reventaron. El barco se llenó de agua y los pasajeros estuvieron tres días sin poder beber ni comer otra cosa que lo poco que llevaban. Los jóvenes se desmayaban debido a la gran deshidratación que padecían. La inclinación del barco era cada vez más pronunciada y todo anunciaba que pronto se produciría el hundimiento.

El capitán logró conducir el barco –muy escorado y con los equipos de radio dañados– hasta el trozo de mar que separa las islas de Puerto Rico y Santo Domingo.

«En el Canal de la Mona, que eso está entre aquí y Puerto Rico, estuvimos nosotros, no me recuerdo bien, pero yo creo que fueron como 24 ó 48 horas. Fondeado ahí porque ya no caminaba. Veíamos las luces de Puerto Rico. Eso es donde le dicen por aquí el Canal de la Mona.
Y ahí luego mandaron una avioneta de Puerto Rico, de esas de reconocimiento. Y ellos comenzaron a hacerles señas, y ahí la avioneta se fue a Puerto Rico. ¡Porque no había ni comunicación! Estábamos sin comunicación, sin nada. Cuando llegamos aquí, al otro día es que llegaron de Santo Domingo con un remolcador, dos fragatas de guerra, con otra fragata de agua también, de Puerto Rico mandaron dos fragatas de agua, y eso era una cosa. Eso era un desastre, muriéndose de la sed.»
(Don Antonio Acosta Hernández, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

Don Aureo Francisco, emigrante en el vapor España, en su casa de Constanza (República Dominicana).

«Porque nosotros llegamos de milagro de Dios, porque el barco se rompió. Y en Puerto Rico nos quedamos ahí, a la desbandada. Y yo me acuerdo que cuando llegaron los americanos con la fragata con agua y eso, yo regalaba una botella de coñac por un vaso de agua. En España creían que el barco se había perdido porque no tenían noticias de nada.»
(Don Aureo Francisco, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

El 4 de junio, catorce días después de haber zarpado el vapor España, la noticia apareció en Canarias con el periódico La Tarde, donde pudo leerse una nota muy confusa, en la que no se informaba de la gravedad del suceso. Ninguna otra referencia aparecería en los periódicos del archipiélago.

“EL BUQUE DOMINICANO “ESPAÑA” SIGUE SU RUTA HACIA CIUDAD TRUJILLO
AYER PIDIÓ SOCORRO POR HABÉRSELE AGOTADO EL AGUA DULCE DE LAS CALDERAS
San Juan de Puerto Rico.– La gabarra de la marina portorriqueña “TW 485” ha salido de este puerto para auxiliar al buque de la República Dominicana “España”, de 17.000 toneladas, que esta madrugada se encontraba en difícil situación. Al parecer, el “España” ha perdido toda el agua dulce de sus calderas y se encuentra anclado a dos millas de las isla completamente anegado. El buque salió de España el pasado día 15, con rumbo a Ciudad Trujillo, llevando 930 personas a bordo (Efe).

SIGUIÓ VIAJE SIN NOVEDAD
San Juan de Puerto Rico, 1.– Ha seguido la marcha por sus propios medios con dirección a Ciudad Trujillo, el buque España, que ayer tuvo que ser socorrido por varias embarcaciones que salieron del Puerto de San Juan, en vista de sus llamadas de socorro.– (Efe)”
(Periódico La Tarde, pág. 1, Santa Cruz de Tenerife, 4 de junio de 1955)

«Estuvimos al morirnos por el viaje, porque el barco se dañó, se dañó ahí frente a Puerto Rico y estaba el barco casi al volcarse estuvo el barco.
(Don Antonio Gombla, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

Algunos de los emigrantes que subieron a bordo del vapor «España», con destino a la Repíublica Dominicana.

«Fue el primer avión de reconocimiento. Después Trujillo mandó una fragata. Se creía que había una epidemia porque el barco estaba averiado y llegamos aquí a Santo Domingo. De aquí nos pasaron a otra fragata. Estaba averiada. Nos pasaron a otra. Entonces llegamos a Nagua. Eso está a doscientos y pico kilómetros de aquí.»
(Don Ángel Velásquez, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

«De ahí nos trajeron, nos llevaron remolcados a Santo Domingo, a la capital. Y ahí nos llevaron a la misa de la catedral.
 La mañana del 4 de junio, el vapor España llega a Ciudad Trujillo, es decir, a la ciudad de Santo Domingo.»
(Don Antonio Acosta Hernández, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

«Allí decía un letrero antes de coger el barco para ir a donde fuimos nosotros. Había un letrero que decía: «El pez muere por la boca.»
(Don Arturo Alfonso García, emigrante retornado, Tenerife, 2004)

«En Santo Domingo lo que había era la (calle) el Conde, la Duarte, la Mella, sabes,… Santo Domingo era un puñito. La capital era casi la zona colonial, era un chingue de tierra.
(Don Antonio Acosta Hernández, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)
A cada emigrante sólo se le ofrece un vaso de leche y, después de la misa, son embarcados en la fragata 103 con rumbo al noroeste de la isla.
Y de ahí nos llevaron en tres fragatas de guerra a los canarios, los burgaleses y los gallegos a Baoba. Me recuerdo yo que la fragata que nos tocó a nosotros era la 102 o 103. Y nos llevaron y nos desembarcaron en Sánchez, que es un sitio que está antes de llegar a Samaná.»
(Don Antonio Acosta Hernández, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

«Al fin, por la mañana, llegamos a Sánchez. Un muelle de madera flotante. Y ahí fue una impresión bastante desagradable. Me acuerdo siempre que vi al alcalde, el llamado alcalde, descalzo. Una impresión bastante mala. Pero ahí fuimos aprendiendo. De ahí nos fuimos a la ciudad.
En la ciudad nos pagaron a 60 centavos diarios que salían al mes unos dieciocho pesos. Era de noche. Y de ahí fuimos a la colonia, la llamada colonia: Baoba del Piñal. Se decidía en varias colonias: estaba Baoba del Piñal, Cayita, en Bayita cayeron los valencianos, en San Rafael cayeron los burgaleses y en Santa María caímos palmeros y gallegos. Los de Tenerife cayeron en Vistadila, eran muchos y ahí cayeron. Y ahí empieza la historia. Bastante amarga y muy larga. Que no se puede contar porque es muy larga…»
(Don Aureo Francisco, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

«Y de Sánchez nos metieron en guaguas y camiones y nos trajeron a Baoba del Piñal. Ahí llegamos de noche. Y de noche nos metieron a las colonias, donde estaban las casas.
Y cuando llegamos, la impresión que nos dio cuando veníamos de Samaná, que se rompió el vehículo donde nosotros veníamos y caminamos como un kilómetro a pie, y vimos eso por los lados. Muchachitos así, descalzos, desnudos, desnudos completamente, sin un trapo arriba. Tú veías eso y decías, ven acá, pero aquí hay gente salvaje todavía o eso porque eso era montería, cocos, cafetales, cacahuales… eso es lo que había, más no. Al otro día ya cogimos amistad y comenzamos a preguntar, a comentar y a indagar.»
(Don Antonio Acosta Hernández, emigrante, Rep. Dominicana, 2003)

CONTINÚA…

Vídeo con la Historia de la emigración canaria a la República Domicana (producido por Amazonas Films, emitido por Televisión Canaria y dirigido por Manuel Mora Morales). PRONTO ESTARÁ DISPONIBLE LA VISUALIZACIÓN ON LINE DEL DOCUMENTAL COMPLETO.

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2 thoughts on “TERCERA PARTE. La increíble historia de 300 canarios en la República Dominicana del dictador Trujillo

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  1. Aclaratoria, la colonia de Bayita en realidad se llamo Payita, la de Vistadila se llamo Vista-Linda

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