Sí, es el encuadre de la foto típica de Valle Gran Rey, en La Gomera, la que todos los turistas hacen y envían a sus amigos para que vean cómo un pueblo puede trabajar durante siglos y seguir pobre y endeudado hasta el cuello con los bancos alemanes, con los españoles y con sus propios hijos, a quienes nunca les han podido ofrecer todo lo que merecían. Pero esa era la foto buena, con las palmeras verdes y las casas enteras…
Esta foto tiene una diferencia: se ha calcinado el paisaje, algunas personas se han quedado sin hogar, muchas pequeñas empresas han perdido a sus clientes y más de uno ha sacado buenos réditos aprovechando que las llamas quemaban a su favor. Antes los llamaban estraperlistas; ahora, unos son tratados de ilustrísimos y otros, de luchadores desinteresados, aunque todos barran las cenizas para abonar su propia cosecha… de futuros votos.
Enriquece este artículo con un comentario.