El 23F y el Leviatán

Dos libros con el mismo título, escritos por Thomas Hobbes (1651) y por Paul Auster (1993).


Hay personas que cada año visitan un pueblo determinado, van de vacaciones a la misma playa, marchan religiosamente en la manifestación del Primero de Mayo o recorren el Camino de Santiago blasfemando. Actos iterativos que se anclan en los peñascos de sus vidas y terminan por formar parte de su más íntimo paisaje. Para bien o para mal, yo también participo de una rutina parecida, o mejor dicho, una subrutina puesta en marcha por un GoSub que me aparece al final de cada cuesta de enero. Este personal viaje anual de la Ceca a la Meca, comenzado en 1994, consiste en releer cada febrero la novela Leviatán (1993), de Paul Auster, finalizándola, invariablemente, el día 23F.
Cuando comencé este artículo me disponía a explicar por qué leo Leviatán; cuál es la relación de esa obra con el último trabajo de Auster, Sunset Park (2010); qué Leviatán escribía Benjamín Sachs y cuál fue la repercusión del publicado por Hobbes; en qué se parece el 23F al monstruo Leviatán, dentro y fuera del Talmud, dentro y fuera del Congreso español; qué me sucedió la noche del 23 de febrero de 1981 y qué significado tiene esa fecha en la tan manoseada novela de Auster, que la cita expresamente; a qué demócratas vi ofrecerse a un sargento de la Guardia Civil “para lo que hiciera falta” y a qué altura llevaba éste la cartuchera de su pistola.
Sin embargo, al menos por este año, renuncio a extenderme sobre estos asuntos, con el fin de disponer de tiempo suficiente para leer la prensa. En ella se relatan las heroicidades que, hace treinta años, llevaron a cabo en pro de la democracia una miríada de personajes, entre los que se cuentan hasta los mismos guardias civiles que asaltaron el Congreso de los Diputados. Al lado de ellos, claro está, hasta el propio Leviatán parecería insignificante.

2 thoughts on “El 23F y el Leviatán

Add yours

  1. amigo manolo: desde que me enteré, leo con placer tu blog.

    No pregunto cómo estás, pues por lo que escribes se te ve estupendo-

    ¿Por dónde andas?

    Te recuerdo que tenemos una comida pendiente.

    un abrazo

    1. Estimado Paco, aunque me tienta mucho esa comida, en estos momentos únicamente se me ocurre traer a colación cierto párrafo de Kant que define mi situación actual mejor de lo que yo podría hacerlo:
      “Cualquier cambio me hace aprensivo, aunque ofrezca la mejor promesa de mejorar mi estado, y estoy convencido, por este instinto natural mío, de que debo llevar cuidado si deseo que los hilos que las Parcas tejen tan finos y débiles en mi caso sean tejidos con cierta longitud. Mi sincero agradecimiento a mis admiradores y amigos, que piensan tan bondadosamente de mí hasta comprometerse con mi bienestar, pero, al mismo tiempo, pido, del modo más humilde, protección en mi actual estado frente a cualquier alteración.”
      Un abrazo.

Enriquece este artículo con un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com.

Up ↑

A %d blogueros les gusta esto: